lunes, 22 de octubre de 2007

El Comienzo

¿Cómo comienza este gusto por la montaña? Pienso que tiene algo de genético en mi caso, vengo de una familia que vive en la cordillera de la Cuarta Región de Chile y desde pequeño estuve familiarizado con paisajes de montaña, recuerdo haber subido pequeños cerros con mis abuelos, con primos, recuerdo visitas a los lugares de veranadas, recuerdo paisajes de ensueño, me recuerdo maravillado al ver la línea del horizonte al mirar hacia el mar, me recuerdo maravillado al ver cómo brotaba el agua de la tierra, con qué fuerza, con qué pureza, con qué colores. Fue un día de febrero hace casi 20 años. Cómo pasa el tiempo.


Para mí, sigue siendo el lugar más maravilloso que he conocido. Debe ser por las sensaciones que provocó a la edad que tenía, observar la grandeza de nuestra tierra, observar cómo surge la vida y cómo se mantiene. Por eso estaré siempre agradecido de esta experiencia y de quienes la compartieron conmigo. Hace poco volvimos a caminar cerca de ahí, aunque no llegamos al mismo lugar pero la vista no dejaba de ser sobrecogedora...


Algún día volveré a estos lugares y me quedaré por lo menos un par de semanas recorriéndolo como para cerrar un pequeño círculo, más de alguna cumbre visitaré también, ya se verá...

Algunos Datos:

Foto 1: Tomada algún día de febrero hace casi 20 años cerca del nacimiento del Río San Miguel, zona de veranadas llena de hermosos arroyos con una fuerza increíble, aproximadamente a 3000 metros sobre el nivel del mar.
Foto 2: Cajón del Río San Miguel, Tomada el 20 de Septiembre de 2007 aproximadamente 5 kilómetros hacia el este desde donde se juntan el Río Mostazal con el Río San Miguel.

Ambas fotos son de la Cuarta Región, Ovalle hacia el interior, desde el pueblo de El Maitén obviamente hacia la cordillera.

3 comentarios:

Aurora dijo...

Yo quiero.

Caminar, subir, respirar, acampar, respirar, dormir, comer fideos, respirar de nuevo, tomar té y sentirme maravillada por cada color de cada cerro iluminado por la luz que nunca se queda quieta.

Después bajamos y comemos churrascos. Programémonos, tú me avisas.

Atalanta dijo...

Bellos recuerdos de una vida que permanece en contacto con la naturaleza...

ey! si las historias son entretenidas, escucharlos maravillados con sus visitas es un placer, ni se les ocurra dejar de hacerlo!...

Tuve el placer de caminar con ustedes en febrero y comprobé que todo lo que cuentan es cierto, el cansancio desaparece con la tranquilidad y belleza de aquellos paisajes...gracias por aquella experiencia....

un abrazo....

Sol...

Carito dijo...

La naturaleza nos entrega imagenes tan bellas que en ocaciones nuestra mente no alcanza a comprender... eso me sucedió la primera vez que subi a un cerro, recuerdos que estan guardados en la retina de mi memoria... Me sentí tan insignificante en medio de tanta hermosura, el entorno te sobrecoge, sobre todo, te hace sentir bulnerable... Agradezco a Dios por la dicha de ver aquellos cerros, y estoy segura que un dia, no muy lejano, lo vere nuevamente...

Gracias por todo, y de todo corazón Gracias por todo....